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Cáncer Infantil: el diagnóstico y tratamiento oportuno, claves para mejorar las posibilidades de supervivencia.

Boletín 016

En entrevista para Nuestra Universidad Radio, el Dr. Luis Alberto Ojeda Campos, encargado del Área Pediátrica del Instituto Estatal de Cancerología, explicó datos relevantes sobre el cáncer infantil y juvenil. Dijo que el nivel incidencia en el país es de 89 casos por cada millón de personas de 0 a 19 años. 

En este sentido el médico señaló que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer es una de las principales causas de mortalidad entre niños y adolescentes en todo el mundo. El especialista mencionó que a diferencia de lo que ocurre con el cáncer en los adultos, es difícil precisar las causas de la mayoría de los casos de cáncer infantil. “Se han realizado muchos estudios para tratar de determinarlas, pero a esas edades hay muy pocos cánceres causados por factores ambientales o ligados al modo de vida. Las medidas de prevención del cáncer en los niños deben centrarse en los comportamientos que impedirán que más adelante, cuando sean adultos, sufran cánceres prevenibles”.

“En general, para los niños y adolescentes los tipos de cáncer más comunes son las leucemias, que son cánceres de las células de la sangre o de la médula ósea; los tumores cerebrales y del sistema nervioso central, que incluyen los cánceres de la columna; y los linfomas, que son cánceres de las glándulas o ganglios linfáticos. Así como los tumores de células germinales ovario y testículo. Sin embargo, los tipos de cáncer pueden variar según la edad”, explicó el Dr. Ojeda Campos.

Cuando el cáncer es detectado en una fase temprana, es más probable que responda a un tratamiento eficaz, lo que eleva la probabilidad de supervivencia. Por ello, el Encargado del Área Pediátrica del Instituto Estatal de Cancerología, compartió algunos síntomas de alarma para identificar el cáncer infantil:

  • Dolor de cabeza progresivo.
  • Crisis convulsivas.
  • Crecimientos ganglionares.
  • Fiebre persistente o recurrente de origen desconocido.
  • Crecimiento abdominal.
  • Dolor de huesos y articulaciones.
  • Palidez progresiva.
  • Fatiga, cansancio o apatía sin causa aparente.
  • Puntos rojos o morados en la piel.
  • Sangrado por nariz y encías.

También pidió a los padres de familia estar atentos a los síntomas que presenten los menores, “Si su hijo tiene una combinación de estos síntomas, o cualquier síntoma que no desaparece y pareciera empeorar, póngase en contacto con su pediatra para que realice una evaluación exhaustiva. Dependiendo de los hallazgos del médico, podrá referir a un hematólogo oncólogo pediátrico para hacer análisis y descartar un diagnóstico de cáncer”, puntualizó el Dr. Luis Alberto Ojeda.

A través de estas temáticas la Universidad Hipócrates contribuye a la promoción y difusión de temas de salud pública relevantes para la sociedad, considerando que la comunicación y educación se convierten en un binomio inseparable, promoviendo estilos de vida saludables.

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